Procesada por besar
El caso de Mariana Gómez, que irá a juicio oral y público por besarse con su esposa en la estación de Constitución, da cuenta de lesbofobia existente tanto en el ámbito judicial como policial. La mujer, detenida luego de un forcejeo con policías, quedó procesada por “resistencia a la autoridad y lesiones graves”.
(Buenos Aires, 27 de abril de 2018) - Llovía en Buenos Aires el lunes 2 de octubre de 2017. Mariana Gómez y su esposa, Rocío Girat, se refugiaron del agua en el domo de la estación Constitución de la línea C de subte. No estaban solas. Varias personas se encontraban allí esperando que el clima mejorara y muchas de ellas, como Gómez, estaban fumando. Por eso, cuando Jonathan Rojo, oficial de la Policía de la Ciudad, se acercó a la pareja y le dijo a Gómez: “Pibe, acá está prohibido fumar”, la pareja supo que lo que molestaba no era el humo sino que ellas se besaran y fueran afectuosas en público. La mujer, detenida luego de un forcejeo con policías, fue procesada por los delitos de “resistencia a la autoridad y lesiones graves”. La medida fue dictada por María Fontbona de Pombo, a cargo del juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 45.
“La jueza ignoró buena parte de la prueba: ofrecimos el testimonio de Rocío, la esposa de Mariana y algunas filmaciones y no les dio importancia. Sólo se basó en el testimonio de los dos policías y del empleado de Metrovías y enfocan todo el hecho en que fue por fumar en un lugar prohibido y que la resistencia a la autoridad fue consecuencia de tratar de impedir eso”, denunció su abogado, Lisandro Teskiewiks, citado por Anred. El abogado presentó un recurso que fue rechazado el 9 de marzo por la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Ciudad de Buenos Aires, que además tampoco quiso escuchar el testimonio de Mariana, que pidió hablar frente al Tribunal.
Incluso, la jueza negó a la defensa varias pruebas durante el proceso. La primera es la declaración de Girat y la segunda es la posibilidad de hacer un peritaje médico que indique la gravedad de la lesión de la oficial Villarreal endilgada a Mariana (la pérdida de un mechón de pelo). Además, Pombo ordenó trabar un embargo por 30 mil pesos a Gómez, "con autorización de allanamiento de su domicilio", y que se "use la fuerza" si fuera necesario, a fin de "hacer frente a posibles costas del juicio si lo perdiera".
Varias agrupaciones y organizaciones junto a un grupo de “mujeres, lesbianas, trans, travas, género fluido” (tal como firman las convocatorias) están acompañando a Gómez, llevando a cabo diversas acciones para visibilizar su caso y lograr su absolución. Ya convocaron en dos ocasiones a un “besazo” mientras que en las redes sociales se difundió y viralizó una campaña con las consignas #ProcesadaPorBesar, #PresaPorBesar y #BesosLesbianos.
En el contexto del aumento de ataques de odio contra las personas del colectivo LGBT, el caso de Gómez da cuenta de que la lesbofobia también está presente en la institución policial y el sistema judicial. El amor de Mariana y Rocío no es ningún delito y su procesamiento es una grave violación a los derechos humanos.